Nuestros héroes se encuentran con un robot anticuado que planta semillas en un páramo, y con su protector, un poderoso Chesnaught. Luego conocen al nieto del inventor y se enteran de la misión del robot Robon: reforestar el bosque que solía cubrir el área. Pero hasta ahora, nada ha funcionado, y Robon está empezando a averiarse.
Clemont le hace algunas reparaciones y pone a Robon de nuevo en forma, y todos los Pokémon trabajan juntos para encontrar una fuente de agua subterránea, pero esta se encuentra bloqueada por una enorme roca. Robon taladra la roca para liberar un potente manantial, y mientras nuestros héroes retoman su camino a Ciudad Snowbelle, vemos las señales de un nuevo crecimiento.