Liko, Rod y Friede parten hacia a la Mina de Galar en busca del Rayquaza negro, pero por el camino se quedan atrapados en medio de una tormenta y se refugian en una cabaña de montaña. En su interior, se encuentran con una Hatenna salvaje que parece exhausta, por lo que Liko la lleva rápidamente al Valiente Olivino. Aunque Hatenna no está herida, hay algo que parece inquietarla, así que Liko decide investigar más. En el proceso, empieza a entender los sentimientos de Hatenna, y se percata de algo sobre sus propias metas como Entrenadora Pokémon. Tras animar a Hatenna, Liko se dispone a decirle adiós, pero Sprigatito tiene otra idea.