Tras llegar a Ciudad Hormigón, nuestros héroes se quedan encantados con la historia del lugar, y, de repente, se topan con su amigo, el cineasta Luke. Por ganar un festival de cine con la película que rodó con nuestros héroes, La Leyenda del Caballero Pokémon, Luke ha sido invitado a la inauguración de Pokéwood, un lugar que cuenta con estudios de grabación y un cine de última tecnología.
Les cuenta que va a participar en un concurso de cine y les pide de nuevo su ayuda. Nuestros héroes aceptan encantados, sobre todo Millo, que para eso es un Sibarita Cineasta.
Cuando el guión está terminado, comienza el rodaje, en el que usan toda clase de trucos y tecnología de filmación. Nuestros héroes son las estrellas, y, poniendo todo su empeño, terminan la película.
En la proyección, los espectadores dan un aplauso cálido, pero no entusiasta, a una película dirigida por el rival de Luke, Jules. Después, proyectan la película de Luke. Al principio, el público se mantiene en silencio, con lo que Luke piensa que no les ha gustado su obra. La realidad era que estaban ensimismados en lo que acababan de ver. Y, así, tras los aplausos y vítores de la audiencia, Luke gana el concurso.
Finalmente, para prepararse para rodar otra película para la que tendrá el apoyo de Pokéwood, que es el premio por ganar el concurso, Luke se queda allí, y nuestros héroes reanudan su viaje hacia el Gimnasio de Ciudad Hormigón y el siguiente Combate de Gimnasio de Ash.
A todo esto, vemos aparecer y desaparecer de escena a un misterioso Pokémon, fantasmal y desconocido, y cómo el Team Rocket parece estar tramando algún otro siniestro plan...