Nuestros héroes se alojan en casa de Cintia mientras se preparan para la Copa Júnior del Pokémon World Tournament. Tras un combate de práctica entre Ash y Maya que termina en empate, un vecino, que se llama Chris y que está muy preocupado, se acerca buscando a su Cubchoo perdido. El niño les dice que no sabe cómo, pero su Cubchoo se ha escapado de su casa Pokémon durante la noche, a pesar de que solo tiene una puerta y Chris está seguro de haberla cerrado desde fuera.
¿Quién se lanza a resolver el misterio? Pues el Sibarita Detective Millo, por supuesto. Tras diversas preguntas acerca de los detalles que envuelven el “caso”, Millo encuentra un pequeño túnel bajo el muro que rodea la casa Pokémon y que lleva hasta el bosque. Nuestros héroes investigan y descubren muy cerca de allí a un Beartic sorprendentemente manso comiendo Bayas. Millo decide que ha sido Beartic el que se ha llevado a Cubchoo, sin embargo Maya sugiere que Beartic es demasiado grande para arrastrarse a través del túnel. Luego Millo anuncia que Beartic es el Cubchoo desaparecido que ha debido de evolucionar tras escapar. Pero, cuando Beartic no vuelve a la Poké Ball de Chris, queda claro que Millo ha vuelto a equivocarse.
Por fin ven a Cubchoo cuando llega corriendo jugando con un Larvitar. Los dos Pokémon parecen ser buenos amigos, y Millo deduce que Larvitar debió de descubrir cómo abrir la puerta de la casa Pokémon de Cubchoo para poder jugar juntos. Declara resuelto el misterio y Ash decide celebrarlo con un combate. Chris y Cubchoo nunca han combatido por lo que Ash y Scraggy combaten contra el Larvitar salvaje para enseñarles cómo se hace. El combate termina en empate, pero Chris y Cubchoo están entusiasmados aprendiendo a combatir.
Ash e Iris sugieren que los dos emprendan un viaje, y Chris dice que lo harán siempre que Larvitar vayan con ellos.
Mientras tanto, el Team Rocket parece estar cada vez más cerca de su misterioso objetivo…