El Equipo Plasma sigue trabajando en su malvado plan: atrapar Pokémon para utilizarlos como sujetos de investigación con el objetivo final de dominar el mundo. Dos secuaces, Schwarz y Weiss, llevan cautivo a Braviary de camino hacia el cuartel general, cuando, de repente, se topan con una barricada preparada por N. Los distrae y abre el camión, liberando a Braviary y escapando juntos. Pero los matones hieren a los dos, y, además, Braviary lleva un dispositivo de rastreo enganchado al cuello.
Mientras tanto, nuestros héroes van de camino hacia las Ruinas Blancas, cuando se topan con los dos malheridos. Todos se dirigen al Centro Pokémon, donde la Enfermera Joy cura el ala herida de Braviary. Durante un misterioso apagón provocado por el Equipo Plasma, N descubre el dispositivo de rastreo y comprende que tiene que sacar a Braviary de allí cuanto antes. Explica su plan a Ash y a los otros, y entran en acción. Schwarz y Weiss persiguen la señal del dispositivo de rastreo, pero pronto descubren que N los ha engañado y que los está alejando. Mientras, Ash, Iris y Millo trasladan a Braviary a un lugar seguro.
Pero Braviary presiente que N está en peligro y sigue luchando y gritando hasta que nuestros héroes comprenden lo que ocurre. Vuelven a escena justo cuando N está siendo atacado por los Pokémon de sus perseguidores. Ash sabe que a N le desagradan los Combates Pokémon, pero no parece haber otra opción y tiene lugar una dura batalla: Zangoose y Seviper en el lado de los villanos contra el Pikachu de Ash y el Excadrill de Iris. Con una pequeña ayuda del salvaje Braviary, nuestros héroes toman la ventaja. Schwarz y Weiss huyen haciéndoles saber que volverán otro día para atrapar a Braviary.
Por fin llega el momento de devolver a Braviary a la naturaleza y de que nuestros héroes reanuden su viaje, pero esta vez ¡N les acompañará!