Nuestros héroes continúan con su viaje por las Islas Decoloras. Su siguiente escala es la Isla Motorroton, donde han quedado con nada menos que el Profesor Oak. Ha venido a atrapar a un Rotom como parte de la investigación, para escribir un ensayo sobre los diversos cambios de forma que adopta este insólito Pokémon al introducirse en ciertos dispositivos eléctricos. Mientras el Profesor Oak da una charla a Ash, Iris y Millo sobre los Rotom y lo que pueden hacer, las luces parpadean y se apagan. La Enfermera Joy les explica que a los Rotom les encanta la sabrosa electricidad de la red eléctrica de la isla, por lo que los apagones a la hora del almuerzo son habituales.
Para combatir esta molestia, los isleños han creado una zona de juegos eléctricos para los Rotom, con muchos dispositivos para que los exploren. Parece un buen sitio para atrapar a un Rotom, por lo que nuestros héroes y el Profesor Oak se dirigen hacia allí. Ven a tres Rotom viajando por el tendido eléctrico, y Pikachu usa Rayo para atraerlos. A los tres parece gustarles el sabor de la electricidad de Pikachu, pero, cuando el Stunfisk de Millo intenta unirse, reaccionan con repugnancia. La electricidad de Emolga tiene mucho éxito, al menos hasta que los tres Rotom se distraen con una gran descarga proveniente de otro lugar.
¡Es el Team Rocket! Han desviado la electricidad de la central eléctrica y la usan para atraer a los Rotom. Incluso consiguen atrapar a uno. Pero nuestros héroes tienen un plan para combatir esta amenaza eléctrica: todos tienen Pokémon de tipo Tierra, a los que no les afecta la electricidad. Con la ayuda de Krookodile, Excadrill y Stunfisk, envían al Team Rocket a despegar de nuevo y liberan al Rotom atrapado.
El Profesor Oak ve que un Rotom está echando chispas y es porque está herido, así que decide curarlo. Esto pone muy contento al Rotom y, cuando el Profesor Oak le pregunta si estaría dispuesto a irse con él para ayudarle en su investigación, se mete dentro de su Poké Ball. ¡Misión cumplida!