Nuestros héroes, junto a Alexia, continúan su circuito en barco por las Islas Decoloras y se aproximan a la Isla Cueva. Porter les explica que el nombre se debe a una enorme cueva que hay en esa isla, de la cual se cuenta que es el hogar de un montón de Pokémon.
Pero, como es habitual, Alexia ha olvidado su equipo de grabación de vídeo y se marcha a toda prisa con Gogoat para recogerlo, dejando a nuestros héroes sin saber dónde se ubica la cueva.
Afortunadamente, Ash se encuentra con una vieja amiga, Débora, la Líder del Gimnasio Endrino de la región de Johto. Después de que Ash se la presenta a Millo y a Iris, Débora explica la razón por la que está en la Isla Cueva: atrapar a un Druddigon de un color diferente. Por supuesto, esto intriga a nuestra aspirante a Maestra Dragón, Iris, y todos deciden acompañar a Débora. Pero antes Débora debe encontrar a su Dragonite, pues se ha marchado volando y no sabe dónde está.
El Dragonite de Iris y Charizard parten a buscar al Dragonite de Débora, y el Dragonite de Iris lo encuentra en un prado, pero este, sin darse cuenta, pisa una flor, enfadando al Dragonite de Débora y provocando una pelea entre los dos. Resulta que el Dragonite de Débora es hembra y el de Iris macho, y el Sibarita Cineasta, Millo, lo cataloga como “romance chico conoce a chica”.
Al llegar a la cueva, se topan con un montón de Pokémon diferentes que huyen despavoridos. Aunque se desconoce la razón para dicho éxodo masivo, pronto se descubre que el Team Rocket tiene algo que ver. Han colocado un dispositivo dentro de la cueva que genera ondas sónicas que hacen daño a los Pokémon, haciéndoles huir por una de las dos posibles salidas, ya que la segunda la tiene bloqueada el Team Rocket.
Dentro de la cueva, Débora desactiva el infernal generador de ondas sónicas e Iris descubre pruebas de que el Druddigon de un color diferente vive allí. Pero el Team Rocket también quiere apoderarse del Pokémon especial y ataca a Druddigon nada más descubrirlo. Esto provoca que Druddigon pierda el control y se ponga furioso, pero lanza uno de sus poderosos ataques y envía al Team Rocket a despegar de nuevo.
Débora intenta entonces calmar al Druddigon de un color diferente. Sabe que más ataques solo le pondrían más furioso, así que decide tranquilizar al iracundo Pokémon usando su paciencia y destreza como Maestra Dragón. Esta situación le trae recuerdos a Iris de cuando, siendo muy pequeñita, tuvo que enfrentarse a algo similar. Fue una situación aterradora, pero el coraje, la paciencia, las hierbas sanadoras y las Bayas de Iris hicieron que Iris se ganara la confianza de Druddigon y se diera cuenta de su fuerte conexión con los Pokémon de tipo Dragón.
La actitud tranquilizadora de Débora por fin calma al Pokémon de un color diferente. Débora ya no siente la necesidad de atrapar al Druddigon especial, pero, aun así, él quiere irse con ella, así que lo atrapa y lo añade a su equipo. Ash, Iris, Millo y Débora vuelven al barco, donde se encuentran con Alexia, la cual, decepcionada de haberse perdido la aventura, les pide que le enseñen el Pokémon de un color diferente y que le dejen grabarlo. Es hora de marcharse. Débora se dirige hacia la Aldea de los Dragones y luego a ver a Lirio, el profesor de Iris de su época en la Academia Caolín. Y así, tras despedirse afectuosamente de Débora, nuestros héroes continúan su viaje hacia la región de Kanto.