En su camino a Ciudad Relieve, nuestros héroes deciden acampar para pasar la noche. Lem utiliza sus habilidades como inventor para hacer una cena exquisita, y Serena aporta una cesta llena de sus macarons caseros como postre. Pero la cesta está vacía y Lem enseguida intuye que su Chespin de nuevo ha acabado con ellos.
Lem pide disculpas a los demás y trata de que Chespin combata contra el Froakie de Ash para que haga ejercicio. Pero, tras haberse comido tantos macarons, Chespin está tan lleno que se mueve con lentitud, por lo que Froakie lo derrota fácilmente. A continuación, los desafía Clem, y Dedenne gana en un periquete. Chespin está avergonzado, y Lem se esfuerza por poner de nuevo en forma a su Pokémon para el combate.
Mientras Serena y Clem juegan a adivinar Pokémon en la tienda, Lem trabaja duro en un nuevo invento: una máquina de hacer ejercicio para Chespin. Pero no se da cuenta de que Chespin se ha alejado, atraído por el olor de algo delicioso. Medio dormido, Chespin sigue su olfato atravesando el bosque hasta la escalera de una casa donde vuelve a quedarse dormido.
A la mañana siguiente, Chespin despierta y descubre el origen del delicioso olor: macarons recién horneados. Carrie, la anciana que vive en la casa, está feliz de tener a un comensal tan entusiasta y le ofrece a Chespin tantos macarons como pueda comerse.
Cuando Lem llega buscando a su caprichoso Pokémon, ve a Chespin en el porche feliz comiendo macarons junto a Carrie y decide que Chespin está mejor donde está. Cuando su marido, Wylie, vuelve a casa, Carrie le pide a Chespin que se ponga de su parte en un combate contra él y su poderoso Delphox. Enfrentarse a un fuerte Pokémon de tipo Fuego asusta a Chespin, sobre todo porque tiene la tripita tan llena que le cuesta combatir. Por supuesto, el primer ataque de Delphox es un golpe directo y le lanza una nube de humo que nuestros héroes ven desde la distancia. Lem comprende que Chespin tiene problemas y corre hacia la casa, situándose en la línea de fuego.
Wylie rápidamente para el combate, pero Chespin quiere seguir combatiendo, por lo que Lem pregunta si le dejan intervenir. Sigue siendo una mala combinación, pero a Lem se le ocurre que, ya que Chespin está más redondo de lo normal, será particularmente bueno rodando. Le dice a Chespin que siga rodando y esquivando los ataques de Delphox hasta que, en un momento dado, Chespin empieza a sentirse recuperado. Wylie está a punto de lanzar un potente movimiento, a pesar de las advertencias de su esposa, pero, en plena dramática orden, se hace daño en la espalda.
El combate acaba en empate, y la pareja explica que el propósito del combate era resolver una pelea que tuvieron el día anterior. Resulta que el abuelo ya le había comprado a la abuela una rica tarta para disculparse y deciden compartirlo con nuestros héroes para darles las gracias por su ayuda.