Tras llegar a Pueblo Petroglifo en su viaje a Ciudad Relieve, nuestros héroes disfrutan de la maravillosa brisa del mar. Ash quiere entrenar allí con Froakie, pero Serena tiene otra idea: ir a visitar el Acuario de Petroglifo. Todos se apuntan y se maravillan del gran número de Pokémon de tipo Agua que hay allí. También conocen a un caballero que les habla un poco del acuario, les enseña una estatua de un Magikarp dorado y los dirige hacia el director del acuario, Rodman, que está pescando en la playa con su gruñón Clauncher.
Rodman cuenta a nuestros héroes una leyenda local sobre el Magikarp dorado que una vez rescató a un buceador en peligro y les dice que está intentando atraparlo para el acuario para que todos puedan verlo. Ash, Serena y Lem se ofrecen para ayudarlo a atraparlo y él, muy contento, les entrega unas cañas de pescar. Por supuesto, el Team Rocket estaba escuchando la conversación, y los villanos se proponen atrapar al Magikarp dorado para ellos mismos.
Nadie tiene suerte, así que Lem saca un invento para atraer a los Magikarp hacia la orilla. Pero no está tan perfeccionado como Lem esperaba y, en su lugar, atrae a varios malhumorados Sharpedo. No dándose por vencido, Lem saca otro invento, decidido a que este funcione. Y, efectivamente, en todas las cañas de pescar pica algo al mismo tiempo y, con un enorme esfuerzo, nuestros héroes y Rodman recogen el sedal apareciendo un Magikarp dorado. Pero, por desgracia, es el nuevo submarino del Team Rocket diseñado especialmente para engañar al auténtico Magikarp dorado.
Tras enviar a Jessie, James y Meowth a despegar de nuevo, nuestros héroes y Rodman dejan la pesca por ese día y, justo cuando están a punto de marcharse, un magnífico Magikarp dorado salta fuera del agua. Rodman salta de felicidad al saber que la antigua leyenda es verdad y promete a nuestros héroes que, la próxima vez que visiten su acuario, el Magikarp dorado formará parte de la exposición.