Cuando Chris se entera de que su familia tiene que mudarse, no dice nada porque no quiere que sus amigos estén tristes, pero, al final, tiene que decírselo. Kiawe y Nereida llevan a Chris a sus lugares favoritos en Alola, Lulú prepara una merienda de despedida y Ash llega con un regalo especial, un Charjabug para que Chris lo atrape. Al final, Chris no tiene que mudarse, su familia se muda a una casa cercana durante la semana que van a tardar en repararles el tejado. Se resiste a contar las buenas noticias después de ver cómo sus amigos se han esforzado, pero todos están felices de que puedan seguir juntos.