Lulú está feliz porque el restaurante de su familia va a salir en la tele, pero eso supone que vaya una gran cantidad de clientes, y su padre está demasiado ocupado hablando con la reportera, como para ayudar. Al final, saturada por el trabajo, se marcha indignada al bosque, donde se cae y se hace daño en una pierna. Lulú se despierta al cuidado de un bondadoso Oranguru que le ofrece un zumo de Pinia, un oído solidario, y un compañero de combate, cuando el Team Rocket le roba su Steenee. Cuando el papá de Lulú sale a buscarla, saluda muy contento a Oranguru, ya que es un viejo amigo, y luego se disculpa con Lulú, reconociendo que ella trabaja muy duro.