El Director Oak asigna a la clase de Ash una tarea especial: cuidar de un Huevo Pokémon. De repente, se plantean que tienen que llevarse el Huevo a casa después de clase, y Lulú sugiere que se lo lleve Lylia. Lylia se queda bloqueada por un momento, pero enseguida se repone, esperando superar su miedo a tocar Pokémon.
Ash acompaña a Lylia para trasladar el Huevo a su casa, que es una mansión enorme, con su propio campo de batalla. Ella se distrae mientras Ash desafía al mayordomo a un combate y, cuando vuelve con el Huevo, ve que al Huevo lo acosa un Salandit hambriento. Sin pensárselo dos veces, Lylia rodea el Huevo con sus brazos para protegerlo. ¡Un gran primer paso!