Tras soñar que hace una promesa a los Pokémon legendarios Solgaleo y Lunala, a Ash le cuesta despertarse. En su camino a la escuela, Tapu Koko le distrae y le guía hasta un extraño y pequeño Pokémon que parece una nubecilla de estrellas. Lylia lo bautiza con el nombre de Nebulilla, y Ash recuerda el sueño. Prometió cuidar de él. Esto atrae la atención de la madre de Lylia, Samina, presidenta de la Fundación Æther. Ella y sus colegas vienen a conocer a Nebulilla y se ofrecen a cuidar y a investigar a este Pokémon desconocido, pero Ash tiene la firme intención de cumplir su promesa, así que de momento la identidad de Nebulilla es todo un misterio.