De vuelta en Melemele, tras terminar sus proyectos de investigación, nuestros héroes ignoran que unos pequeños y misteriosos Pokémon han regresado con ellos en el viaje. Pronto descubren que a estos Pokémon les gusta comer metal, incluidas las herramientas que necesitan para la clase de hoy de la Escuela Pokémon, además de los suministros del Team Rocket, y la valiosa colección de chapas de botellas de James. RotomDex está entusiasmado por poder registrar grandes cantidades de datos de este Pokémon, y Ash le pasa la información al Profesor Oak, que le comunica que ese misterioso Pokémon podría ser un grandísimo descubrimiento.