Ash y sus amigos están cruzando un lago helado, cuando Max les dice que paren porque cree haber oído una voz pidiendo ayuda. Al encontrar un Ralts atrapado en el hielo, enseguida lo liberan e intentan hacerlo entrar en calor para después llevarlo rápidamente a un Centro Pokémon. Pero, en el camino, el Team Rocket los detiene afirmando ser el verdadero dueño del Ralts, cuando, en realidad, tenían pensado robar al Pokémon para usar sus poderes mentales. Nuestros héroes se deshacen de los villanos, pero han perdido mucho tiempo, pues la temperatura corporal del Ralts está bajando rápidamente. A punto de llegar por fin al Centro Pokémon, un Gardevoir y un Kirlia, que confunden a Ash con un cazador furtivo, le cortan el paso amenazándole. Sin tiempo para combatir, Ash debe convencer a estos Pokémon de sus buenas intenciones si quiere que el Ralts reciba el tratamiento que necesita urgentemente.