Cuando Ash y sus amigos caen de lleno en una trampa, se sorprenden al saber que no se la ha tendido el Team Rocket, sino un hombre empeñado en cazar a un Jigglypuff que vive cerca. Además, se enteran de que lleva acampado en estas montañas desde hace casi seis meses para cumplir la promesa que le hizo a su hija: capturar a este Pokémon como regalo de cumpleaños. Incapaz de convencerle de que su hija preferiría que su padre estuviera con ella en su cumpleaños, aunque no le traiga el prometido Jigglypuff, Ash y sus amigos ayudan al padre a cumplir su promesa. Aunque les queda poco tiempo, pues el cumpleaños de su hija es al día siguiente.