Estamos celebrando 25 años de Pokémon, en los que hemos viajado sin parar por todo el mundo Pokémon. Creemos que es el momento perfecto para volver a todas la regiones que hemos conocido a lo largo de estos años. La primera parada es la región de Galar, que descubrimos hace poco en Pokémon Espada y Pokémon Escudo. Echa la vista atrás con nosotros para recordar los mejores momentos de tus aventuras por Galar.
Uno de los paisajes más impresionantes de Galar es el Área Silvestre, un escenario como nunca antes se había visto en un juego de Pokémon. Cuando llegamos por primera vez a este extenso paraje, nos quedamos sin respiración. Había un montón de lugares que explorar, muchas zonas de hierba alta, un montón de Pokémon enormes vagando por ahí, un tiempo atmosférico de lo más variado, nidos Pokémon que emitían luz al cielo...
De primeras, puede parecer inabarcable y todavía más al descubrir que es incluso más grande de lo que parecía al principio. Es posible que quienes lleven años siendo fans de Pokémon se hayan dado cuenta de un detalle: un Snorlax suele rondar por el puente de Ribera de Pistón, todo un homenaje a la manía que tiene el Pokémon Dormir de bloquear puentes con su enorme corpulencia.
Hay tanto por ver y hacer, que no es de extrañar que sigamos volviendo al Área Silvestre en numerosas ocasiones durante la aventura.
El primer combate en un estadio
Los combates de Gimnasio Pokémon siempre son muy emocionantes, pero lo niveles se dispararon en el primer combate en el Estadio de Hoyuelo de Galar. Después de atravesar el pasillo que lleva hasta el terreno de combate, nos encontramos con las luces cegadoras, un público enloquecido y una avalancha de flashes de las cámaras de las gradas. Tan pronto como vimos aparecer a Percy, supimos que iba a ser un combate épico.
¡Y así fue! Comenzó la acción, y la música, intensa y llena de ritmo, empezó a sonar. Pero el punto álgido, sin duda, fue cuando Percy dinamaxizó a su Pokémon y nosotros hicimos lo mismo. La multitud empezó a cantar al son de la música, al mismo tiempo que los Pokémon crecían de forma monstruosa. Solo con ver a esos Pokémon enormes erigiéndose sobre sus Entrenadores y al inmenso público ya se percibía lo grandioso que iba a ser el combate.
En estos 25 años, hemos librado infinidad de combates en Gimnasios, pero, en Galar, pasan a ser todo un espectáculo.
En nuestras idas y venidas por la región de Galar, hemos conocido a mucha gente. Desde magnates de la industria como el Presidente Rose o increíbles Líderes de Gimnasio a sencillos pescadores. Los habitantes de Galar son muchos y muy diversos. Sin embargo, no hay ciudadano de Galar que iguale al único y enigmático Bolifacio. Un alegre personaje, sorprendentemente en forma y con una cabeza grande y esférica que nos recordaba a una Poké Ball. Era fácil toparse con él cerca de los estadios del juego. ¡Un personaje redondo!
Bolifacio siempre estaba preparado para darnos unas palabras de ánimo y un regalito, normalmente distintas Poké Balls. Su identidad real y sus verdaderas intenciones aún siguen siendo un misterio, pero está claro que derrocha entusiasmo y generosidad.
Los encuentros con Bolifacio no dejan a nadie indiferente, pero, a fin de cuentas, esa es la gracia, ¿no?
Al llegar a la Isla de la Armadura en Pokémon Espada: pase de expansión o Pokémon Escudo: pase de expansión, pudimos conocer al Maestro Mostaz. Este antiguo Campeón de Galar ya está retirado y se dedica a enseñar a otros Entrenadores todo sobre los combates Pokémon. Tras conocernos, el anciano Entrenador nos aceptó en su escuela y tuvimos que superar tres pruebas para demostrar que estábamos a la altura.
Una vez superadas, Mostaz nos regaló nuestro propio Kubfu, un diminuto Pokémon legendario que evolucionaría tras una serie de combates bien en la Torre de las Aguas bien en la Torre de las Sombras. Nuestro último oponente, sí o sí, fue el propio Mostaz. Lo normal habría sido que nos confiáramos, sobre todo teniendo en cuenta su aspecto de viejete. Con ese cómodo chándal puede darnos la sensación de que se le ha pasado el arroz, pero por algo le siguen llamando “Maestro”.
La cosa se puso seria cuando su sonrisa desapareció, su ceño se frunció y su cómoda vestimenta se convirtió en el look de un auténtico maestro de las artes marciales. Y, todo sea dicho, ¡Mostaz está bastante cachas para ser un abuelete! ¿Quién necesita combates Pokémon cuando tiene pinta de poder pararle los pies a un Copperajah con sus propias manos? El cambio repentino del personaje fue humorístico e intimidante a partes iguales, así que este combate será difícil de olvidar.
Los Pokémon legendarios sí que saben combatir
Las nieves de la corona es la segunda parte de Pokémon Espada: pase de expansión y Pokémon Escudo: pase de expansión y, aquí, nos encontramos con Pokémon legendarios de toda la historia Pokémon. La primera vez que estuvimos en la Colina del Maxiárbol, no sabíamos la que se nos venía encima. Conforme nos fuimos acercando, pudimos ver que las formas de Galar de Articuno, Zapdos y Moltres estaban... estaban... Digamos que discrepando sobre algo. Los tres Pokémon legendarios estaban enzarzados en pleno combate hasta que el sonido de nuestro SmartRotom los interrumpió y cada uno se fue por su lado.
No se suele ver a Pokémon interactuar entre ellos sin que ningún ser humano interfiera, y mucho menos si se trata de Pokémon legendarios tan poderosos, así que esta peleílla (si es que se puede llamar así a algo lleno de explosiones y rayos de energía psíquica) nos dejó con ganas de más. Aunque esta huida no nos vino del todo mal... Ver a ese trío marcharse, nos permitió seguirles la pista por toda la región de Galar con la esperanza de darles captura.
Esos han sido algunos de los mejores momentos que vivimos en Galar, pero también hubo un par de experiencias más muy chulas que no podíamos dejar pasar. ¿Quién puede olvidar la impresionante aparición en escena de los Pokémon legendarios Zacian y Zamazenta justo a tiempo para ayudar en el combate contra Eternatus Dinamax Infinito? Eso le pone los pelos de punta a cualquier fan.
¿Y qué decir de la primera vez que llegamos a la Isla de la Armadura y pudimos ver la verdadera escala de los Pokémon más grandes? Como cuando miramos al océano y avistamos a lo lejos un gigantesco Wailord. Además, pudimos subirnos en nuestra Bici Rotom para acercarnos al Pokémon Ballenaflot y verlo más de cerca.
Esta es solo la primera parada del largo viaje que hemos preparado para visitar todas las regiones Pokémon descubiertas hasta ahora. ¡No te pierdas las siguientes! Próximamente, volveremos a Alola para seguir celebrando 25 años de Pokémon.