Después de que Liko se lastimara accidentalmente durante un entrenamiento, Sprigatito se siente culpable y huye del Valiente Olivino. Liko la sigue hasta un lugar que pertenece a Miaugdalena, una criadora de Pokémon felinos que cuidó de Sprigatito cuando era joven. Allí, Liko conoce el pasado solitario de su compañera y lo especial que es. Liko usa lo que acaba de aprender para animar a la reacia Sprigatito a combatir contra un Spidops. ¿Sobrevivirá su amistad esta prueba?