La Tacleada de Voltionautas no pueden partir hacia Galar, pues el Valiente Olivino ha comenzado un escaneo automático del sistema informático para verificar errores. Friede sugiere a la tripulación aprovechar ese momento... ¡disfrutando de un pícnic! Salen al campo para hacer sándwiches, pero Liko se siente mal porque Doti y Landon se quedaron en la nave. Con la ayuda de Murdock, Liko encuentra una manera de incluirlos en el pícnic. Mientras tanto, un Wattrel salvaje roba el sándwich de Fuecoco. Rod lo persigue, pero nota algo extraño en ese Pokémon y se queda preocupado. Cuando finalmente la Tacleada de Voltionautas regresan al dirigible, Friede y Doti se quedan sorprendidos. ¡Algo anda muy mal!