Tras descubrir que la Liga de Teselia este año tendrá lugar en Ciudad Vidriera, Ash decide partir enseguida. Nuestros héroes se despiden de Cintia y Jervis, y allá que van, con la idea de hacer un alto en el camino en la Aldea de los Dragones para que Iris pueda visitar su aldea natal.
Durante un descanso para almorzar, Iris y Emolga tienen un desagradable encuentro con tres chicas vanidosas y elegantemente vestidas, que se burlan de su apariencia y se marchan riendo. A Iris le enfurece su arrogancia y se dirige a la ciudad para averiguar quiénes son las crueles chicas y dónde encontrarlas. Al parecer, las tres forman parte de la Compañía del Jardín Florido, un grupo femenino de artistas y sus Pokémon. Lo que significa que ningún chico puede entrar en sus instalaciones y tampoco ningún Pokémon masculino.
Pero Iris está dispuesta a entrar y vengarse, y se las arregla para convencer a Ash y a Millo de que la acompañen, aunque eso signifique que los tres tengan que ponerse lujosos vestidos, joyas y maquillaje. Pansage tiene que ponerse un lazo rosa y disfrazan la cola de Pikachu.
Una vez dentro, nuestros héroes disfrazados preguntan si pueden observar el ensayo de la compañía, y Moira, la líder, accede. Les ofrece algunos consejos sobre estilismo y desenvoltura, y, después, les invita a una serie de desafíos. Primero, los Pokémon de nuestros héroes tendrán que recorrer una barra de equilibrio para demostrar su elegancia a la hora de caminar. Cuando comprueban que eso es demasiado fácil, se aumenta la dificultad con un combate en la barra de equilibrio y un foso de barro debajo. Finalmente, llega la hora del Campo de Batalla de Belleza, donde Iris, por fin, consigue vengarse derrotando a Moira y a una de sus compinches y arrojándolas al barro. ¡Una victoria preciosa!