De viaje en un barco que se dirige hacia las Ruinas Blancas, donde se halla Carrasco, el padre de la Profesora Encina, nuestros héroes conocen a un joven llamado N. N les cuenta que considera a todos los Pokémon sus amigos, y afirma que puede oír sus voces interiores. Además, se queda encantado con el fuerte vínculo que siente que hay entre Ash y Pikachu.
Ash le cuenta que van de camino a investigar al Pokémon legendario Reshiram y, cuando N parece interesado, le narra su encuentro con Zekrom. N les cuenta de forma apasionada cuáles son sus objetivos: conocer los misterios de la existencia de los Pokémon en este mundo, conocer a Reshiram y a Zekrom, y mejorar la vida de los Pokémon. Eso a Ash le parece bien, pero enseguida queda claro que no comparten el mismo punto de vista cuando N expresa que desaprueba los Combates Pokémon, diciendo que no le gusta la idea de obligar a amigos a pelear entre ellos.
Mientras tanto, el Team Rocket tiene ya otro plan siniestro para robar a Pikachu para el Jefe. Mientras Ash e Iris libran un combate de prácticas, primero atraen a Axew lejos de nuestros héroes, y Pikachu no tarda en seguirlo. Al poco tiempo, los dos Pokémon están en las garras del Team Rocket, pero, con la ayuda de N, pronto son liberados, aunque no antes de que un ataque del Amoonguss de James envenene al pobre Pikachu.
Ash no sabe qué hacer, pero N tiene un plan: los lleva a todos a la proa del barco y llama a sus amigos, y, entonces, dos Alomomola salvajes saltan del agua y usan Alivio para sanar a Pikachu.
El barco atraca en Ciudad Porcelana, donde N se tiene que quedar, pero les asegura a nuestros héroes que volverán a encontrarse. Mientras los ve irse, piensa en lo que podría significar para Ash haber visto a Zekrom. Una auténtica experiencia que le cambiará la vida.