Hace un día precioso en el mar, y nuestros héroes están disfrutando de la brisa fresca en cubierta mientras un Croconaw, un Azumarill y un Octillery suben a bordo sin ser vistos. Los tres se cuelan en el almacén de suministros del barco para robar cajas de comida y descubren que el Team Rocket intenta hacer lo mismo. Suena la alarma del barco, y Porter dice que eso solo puede significar una cosa: ¡piratas!
Pikachu y Snivy se van a investigar y pillan a los tres Pokémon amigos de lo ajeno empujando un carrito lleno de alimentos robados. Varios miembros de la tripulación del barco los persiguen, pero los ladrones ya están más que acostumbrados a hacer este tipo de cosas. Veloces, consiguen subir con su carga a bordo de una balsa, donde Ducklett, el cuarto miembro de la banda, espera para darse a la fuga con todos. Y allá que van, pero no sin antes tirar al Team Rocket por la borda.
Mientras Meowth jura que recuperará la comida, la Agente Mara, de la policía de las Islas Decoloras, informa a nuestros héroes de que todo es obra de una famosa banda de piratas que han estado robando de todo a los habitantes de las islas. Ash, Iris y Millo se ofrecen a ayudar, y todos parten a bordo del yate de policía de la Agente Mara a buscar la guarida de la banda.
Meowth descubre la guarida, pero, cuando los piratas descubren a Meowth, lo atacan a pesar de sus ruegos de hablar las cosas. Pronto, Charizard localiza el escondite de la banda desde el aire y guía el yate de policía hasta allí. La Agente Mara se dispone a detener a la banda, y Ash les pregunta por qué se comportan tan mal. Con Meowth como traductor, los cuatro Pokémon piratas cuentan historias tristes de maltratos y abandonos por parte de sus Entrenadores. Después de aquello, prometieron vengarse de los humanos robándoles cosas. Pignite y Snivy se identifican con ellos, pero, cuando crece la tensión, se propone un pacto de combate. Si los piratas pierden, deberán abandonar su vida de ladrones. Y eso es exactamente lo que ocurre.
Nuestros héroes y la Agente Mara se preparan para marcharse, cuando se desata una tormenta repentina, y ven que las olas están sacudiendo una balsa de goma con tres aterrorizados Darumaka a bordo. El mar está demasiado agitado para sacar el yate de policía, pero Croconaw anima a la banda, y los cuatro nadan y ponen la balsa a salvo llevándola a la orilla. La Agente Mara, impresionada por su valentía, ofrece hacerlos miembros de los Guardacostas, pero no sin antes disculparse con todos aquellos a los que habían robado.
Y así, con un futuro que parece brillante para los ex piratas, nuestros héroes zarpan una vez más para continuar su viaje hacia la región de Kanto.