Friede ha conseguido otro trabajo extra para aportar dinero a los Aeronautas del Placaje Eléctrico. Esta vez, la tarea de la tripulación es retirar unas grandes rocas de un yacimiento arqueológico. Pero la excavación está paralizada porque unos Pokémon salvajes —varios Sandile, un Krokorok y un a Krookodile— atacan sin cesar a los trabajadores. Mientras investigan la zona, Rod y Fuecoco son tragados por el subsuelo y se dan cuenta de que el ruido de la excavación está perturbando el nido de esos Pokémon. Furiosos, los Pokémon empiezan a atacar de nuevo a los trabajadores, y Fuecoco debe buscar la manera de calmarlos.