Continuando con su viaje, nuestros héroes y N se topan con miembros del Equipo Plasma que están atrapando y usando a Pokémon inocentes como sujetos de prueba. Tras la dura batalla que libran las dos partes, N queda atrapado en el fuego cruzado y sale muy malherido. Dos misteriosas mujeres salen de una espesa niebla y llevan a N, que está inconsciente, hasta una laguna en el bosque y le sumergen en ella, mientras nuestros héroes presencian en silencio los dramáticos acontecimientos.
Ash y sus amigos observan asombrados como N se cura por completo. Pronto descubren que N y sus dos compañeras, Paz y Amor, viven en un escondite que también proporciona refugio a Pokémon heridos.
N les cuenta que, de pequeño, vivía en una mansión de la cual jamás le permitían salir. Ghechis, el líder del Equipo Plasma, les contó a Paz, a Amor y a él que estaban predestinados a usar su poder de oír las voces interiores de los Pokémon para impedir que siguieran siendo maltratados por los humanos. Pero, cuando Ghechis se enfrenta al legendario y muy enfadado Reshiram, ellos comprenden que Ghechis les ha mentido desde el principio.
N y sus compañeras siguen pensando que los humanos no son de fiar para procurar el bienestar de los Pokémon y opinan que estos deberían vivir lejos de la gente. Sin embargo, nuestros héroes están decididos a demostrar que se equivocan y Paz y Amor se quedan asombradas al ver que los Pokémon que fueron maltratados saltan de alegría con los jóvenes Entrenadores.
Cuando los reclutas del Equipo Plasma descubren el paradero de N, tiene lugar otra dura batalla, pero nuestros héroes, demostrando su habilidad, vuelven a derrotar al Equipo Plasma… de momento.
No obstante, N, Amor y Paz siguen convencidos de que personas y Pokémon no pueden coexistir, y así se despiden de nuestros héroes y se desvanecen en la niebla. Ash y sus amigos se preguntan si alguna vez volverán a ver a N.